Los espectadores más colgados de la Vuelta

Rubén Suárez Carballo y Jorge Fernández Cobas aspiran a que el helicóptero que sigue la Vuelta los filme, para ello, pasaron la noche sobre un somier colgando en O Ézaro.
En la vida profesional son muy cuerdos: Rubén Suárez Carballo trabaja como bombero en Cee y Jorge Fernández Cobas, en el servicio de emergencias de Brión, pero por unas horas se convertirán en los espectadores más colgados de esta Vuelta a España. Verán la prueba desde la misma pared de la cascada de O Ézaro, donde ayer pasaron la noche sobre un somier anclado a la roca.

Según explicó Rubén desde el propio muro, a solo unos metros del torrente de agua del Xallas, no les mueve más motivación que «a aventura» y únicamente aspiran a que el helicóptero que sigue la prueba los filme, no por protagonismo «senón para que se vexa este é un sitio natural único para a práctica do barranquismo e doutros deportes».

Ambos son especialistas en la materia y ya tenían planeada esta salida, con lo que la llegada de la Vuelta se ha convertido en la ocasión ideal para ponerla en práctica. «Non foi moi doado, porque tivemos que traer catro bultos polo medio das laxas e iso obrigounos a facer o camiño dúas veces, que nos levou unhas tres horas», relató Rubén, quien destacó que su posición no es la mejor para seguir a los ciclistas, a los que solo tienen a la vista en un pequeño tramo, pero desde luego es única.

Para la espera, que ayer durante el montaje de la cama improvisada atrajo a decenas de turistas, a los dos aventureros no les faltará de nada más que un suelo firme bajo sus pies. En el menú, como aclara Rubén, no hay churrasco, pero tampoco barritas energéticas, ni preparados extraños. «Chourizo, xamón, queixo e pasteliños», tal como aclaró el bombero, satisfecho con la elección.